La investigación sobre la seguridad de hacerse un tatuaje durante el embarazo es limitada. Si una mujer planea hacerse un tatuaje durante este período, hay algunos pasos que puede seguir para asegurarse de que está tomando todas las precauciones posibles para reducir los riesgos asociados. En primer lugar, es una buena idea informarle a su tatuador sobre su embarazo, para que pueda asegurarse de que el estudio esté configurado de manera segura antes de comenzar.
Para hacerse un tatuaje de forma segura, una mujer debe considerar lo siguiente:
- Asegúrese de que el tatuador que elija sea un practicante registrado;
- Asegúrese de que su estudio tenga algunos espacios separados para tatuar, así como para perforar;
- Asegúrese de que el tatuador use guantes nuevos para cada procedimiento;
- Compruebe si usa un autoclave, una unidad para limpiar y esterilizar el equipo entre usos;
- Compruebe que todas las agujas sean nuevas;
- Asegúrese de que todos los tintes, así como la tinta utilizada, sean estériles y no estén abiertos, o que se tomen de tazas individuales y se desechen cuando se usaron.
- Además, compruebe que el tatuador sea fácilmente accesible durante las primeras 24 horas posteriores a la realización del procedimiento.
El artista del tatuaje también debe proporcionar información de contacto y estar feliz de ser contactado con preguntas e inquietudes en los meses posteriores al tatuaje.
Además, si a alguien le preocupa que su tatuaje se haya realizado en condiciones inseguras o cuestionables, debe comunicarse con su médico y solicitar que se le haga la prueba de hepatitis, VIH y sífilis lo antes posible.
- ¿Cuáles son los riesgos que pueden aparecer al hacerse un tatuaje durante el embarazo?
La principal preocupación de hacerse un tatuaje en tal condición es el riesgo de infección. Las posibilidades de desarrollar una infección serán bajas si una mujer sigue todos los procedimientos de seguridad e higiene.
Sin embargo, algunas infecciones graves como la hepatitis B o el VIH pueden transmitirse al bebé durante el embarazo. Los síntomas de tales infecciones pueden tardar años en notarse, y también puede ser necesario realizar una prueba de función hepática para diagnosticar los tipos de infecciones.
Un tatuaje nuevo también es una herida abierta y, por eso, es susceptible de infección. Algunos de los signos de un tatuaje infectado son:
- Fiebre o escalofríos;
- Secreción maloliente, pus, así como lesiones rojas dentro y alrededor del área del tatuaje;
- Áreas de tejido duro elevado que se encuentran alrededor del tatuaje;
- Líneas oscuras que se hacen visibles en o alrededor del área del tatuaje.
Sin embargo, seguir las instrucciones de cuidados posteriores dadas por el tatuador debería minimizar los riesgos. Sin embargo, en caso de que una mujer experimente alguno de los signos, debe buscar atención médica.
Existe una investigación mínima disponible sobre la seguridad de los tintes utilizados en los tatuajes y el embarazo. Existe la posibilidad de que las sustancias químicas del tinte pasen al feto y afecten su desarrollo, especialmente durante las primeras 12 semanas.
Comentarios